Comprar un piso con piscina supone ahora un sobrecoste del 91%.

La demanda de esta comodidad ha disparado su valor en el mercado inmobiliario español. Un estudio revela que, en promedio, una vivienda con piscina es un 91% más cara que una sin ella, con diferencias aún más notables en algunas ciudades. Barcelona lidera el ranking con un sobrecoste del 163%, seguida por Teruel (147%) y Lleida (118%). La mayor disponibilidad de viviendas con piscina en Madrid se debe a sus recientes desarrollos urbanísticos, lo que ha mantenido su sobreprecio más bajo (14%) en comparación con Barcelona, que tiene más limitaciones geográficas para nuevos proyectos. En resumen, una vivienda que tenga piscina se ha consolidado como un factor de lujo y exclusividad, impulsado por el interés en combatir las olas de calor.